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Un amante bandido

Hay gente que tienen un amante y otras que no los tiene y que les gustarían tenerlo. Y también están las que no lo tienen, o las que lo tenían y lo perdieron. Y precisamente estas dos últimas, son las que vienen a mi consulta diciéndome que están tristes o que tienen distintos síntomas como insomnio, falta de voluntad, pesimismo, crisis de llanto o los más diversos dolores. Sus vidas son monótonas y sin ilusión sin sentido, trabajando sin motivación y que los fines de semana les da nostalgia ya que no tienen forma de cómo ocupar ese tiempo de ocio que antes compartían con su amado/a.

En fin, están verdaderamente desesperanzadas. Acuden al psiquiatra antes para ver si existe algún fármaco que les alivie ese dolor del alma, y del abandono, encerrándose en ese diagnóstico de estado depresógeno no especificado. Y yo les digo que lo que necesitan es re-enamorarse:

lo que necesitan es… ¡ES UN AMANTE!

Algunas piensan que éste es un consejo barato y cómo es posible que una profesional de la psicología sugiera algo tan poco científico. Y yo les explico esto: Todo lo que es creativo , fuera de lo usual, extraordinario, nos excita, nos atrae , contrariamente a lo cotidiano, rutinario y ordinario del día a día que se ha elegido vivir.

Amante es: “Lo que nos apasiona”. Lo que ocupa nuestro pensamiento antes de quedarnos dormidos y es también quien a veces, no nos deja dormir.

Freud decía que el amor cura las enfermedades… y con esta intuición muy acertada nos movemos dando un sentido a la vida.

Nuestro amante es lo que nos vuelve distraídos frente al entorno. Lo que nos deja saber que la vida tiene motivación y sentido. A veces a nuestro amante lo encontramos en nuestra pareja o en alguien que no es nuestra pareja. Lo podemos encontrar en un libro de literatura o de poesía, en la música, en la política, en el deporte, en el trabajo en el que nos sentimos realizados, en la amistad, en el estudio, en ayudar los demás, en fin, es algo que nos pone de novio-novia con la vida y nos aparta del triste destino de durar.

¿Qué es durar?

Durar es miedo a vivir, es dedicarse a ver la caja tonta de la tele viendo la vida de los demás, es tomarse la presión, es hacer ese vía crucis entre ambulatorios médicos, tomar pastillas multicolores, fijarse en los defectos del cuerpo y de las arrugas ya inevitables que nos proyecta el espejo, protegerse del frío y del calor, de la humedad, del sol y de la lluvia. Es durar o sea postergar la `posibilidad de disfrutar hoy, creyendo estúpidamente que el mañana nos puede ofrecer algo mejor. Búscate un amante! Por favor no te empeñes en durar:

Sé tu mismo tu amante, tu amigo, tu aliado y el protagonista de tu película de la vida.

Despide los actores que ya no te hacen falta que ya no saben interpretar ningún papel, escribe de nuevo tu guion, sea la edad que tengas. Lo trágico no es morir, sino animarse a no vivir, al fin y al cabo la muerte no se olvida de nadie, tiene una memoria impecable, pero que tú te olvides de ti mismo/a es grave.

Mientras estás en vida, búscate un amante, búscate cinco amantes, uno que te lleve a bailar, otro a conversar, otro a caminar… da igual. Para estar contento/a, activo, feliz y contento hay que estar de novio con la vida.

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